Cuando hay dolores y limitaciones de la movilidad en el hombro, la causa puede ser una omartrosis. Si aparecen esos síntomas, se requiere una terapia. En el marco del tratamiento, están disponibles diferentes medidas conservadoras (no operaciones), porque una operación utilizando una articulación artificial debería ser siempre el último remedio en seleccionarse. Con una terapia temprana puede hacerse más lenta la evolución progresiva de una artrosis del hombro y pueden aliviarse los dolores.
Definición de la omartrosis: ¿Qué es una artrosis de la articulación del hombro?
En el caso de la llamada omartrosis se trata de procesos de desgaste de la articulación que se encuentra entre el omóplato y la cabeza del húmero Estos producen una creciente pérdida del cartílago de la articulación y el desgaste de las superficies de la articulación. Esto tiene como resultado un estrechamiento cada vez mayor del espacio articular, hasta que finalmente las superficies de la articulación rozan una con otra. Este rozamiento produce fuertes dolores en las personas afectadas.
Por lo regular, la omartrosis se inicia de manera insidiosa, de modo que muchas veces no la perciben las personas afectadas en la fase temprana. Si no se trata la artrosis del hombro, pueden aumentar los dolores y las limitaciones de la movilidad. Por eso, las personas afectadas deben buscar un tratamiento para la artrosis del hombro lo más rápido posible, dado que la terapia de mantenimiento de la articulación tiene las mejores perspectivas de éxito si se inicia oportunamente.
¿Cuáles son las causas de la omartrosis?
Como es habitual en las distintas formas de artrosis, la división de las causas de la omartrosis se realiza en una forma primaria y una secundaria. En la artrosis del hombro primaria, el médico no puede determinar la causa. Los médicos suponen que se combinan varios factores. Entre ellos se cuentan tanto condiciones mecánicas y hereditarias, como también profesiones o hobbies en los cuales el brazo se levanta frecuentemente a la altura del hombro. En esta posición actúan las fuerzas más grandes sobre la articulación del hombro, especialmente cuando adicionalmente se cargan pesos con las manos. Pero en muchos casos son los procesos de desgaste al avanzar la edad los que causan la artrosis del hombro.
Si la artrosis del hombro es consecuencia de una enfermedad o una lesión, el médico se refiere a ella como artrosis del hombro secundaria.
Entre las posibles causas de la omartrosis secundaria se incluyen las siguientes:
- Enfermedad del cartílago (condromatosis)
- Inflamación de la articulación
- Hombro dislocado
- Inestabilidad del hombro condicionada anatómicamente
- Fractura del húmero en el área del hombro
Síntomas de la omartrosis: molestias y evolución de la enfermedad
En la fase inicial, una omartrosis primaria permanece frecuentemente sin descubrirse, dado que las personas afectadas todavía pueden hacer su vida cotidiana, a pesar de ligeras limitaciones a la movilidad y dolores. Los dolores matinales al empezar las actividades y las crecientes molestias al realizar movimientos laterales y giratorios del brazo son síntomas típicos del inicio de una artrosis del hombro.
Durante el desarrollo de la enfermedad, la musculatura se va atrofiando, con lo cual la persona afectada percibe una pérdida de fuerza en el brazo. La consecuencia a largo plazo es una rigidez en la articulación del hombro. Además, todos los movimientos se vuelven dolorosos, y pueden percibirse ruidos en la articulación como un "rechinido" o "crujido". Al final, los dolores también aparecen por las noches y en estado de reposo.
Casi siempre, las personas activas sienten la artrosis del hombro más rápidamente, dado que los dolores y las limitaciones de la movilidad se notan más al hacer deporte. Esto afecta sobre todo a deportes en los cuales el hombro desempeña un papel central, p. ej. el tenis, el balonmano y el voleibol. Debido a los síntomas, el rendimiento se va reduciendo cada vez más. Frecuentemente, el resultado es una reducción de la actividad física, dado que el hombro se pone rígido y los dolores empeoran. Por eso, para prevenir una reducción de la movilidad es importante comenzar la terapia tan pronto como sea posible.
Como cualquier otra forma de la artrosis, la omartrosis no es reversible. No obstante, con un tratamiento adecuado pueden aliviarse las molestias y detener el avance de la enfermedad.
Diagnóstico de la omartrosis: certeza con el médico
En el marco de un examen con interrogación sobre los síntomas típicos (anamnesis), el médico comprueba una limitación del movimiento más o menos dolorosa de la articulación del hombro. Para confirmar la sospecha, es de ayuda un examen con radiografías. Si pueden detectarse un estrechamiento del espacio articular o incluso protuberancias (osteofitos) en torno a la cabeza del húmero, se puede establecer el diagnóstico final de la artrosis del hombro.
Terapia de la omartrosis: ¿Qué medidas de tratamiento son recomendables?
El tratamiento de la omartrosis se realiza primero de forma conservadora (sin operación), por ejemplo con fisioterapia y analgésicos antiinflamatorios.
Si con el tratamiento conservador no se consigue una mejora suficiente, puede considerarse una terapia con operación. Mediante una artroscopía (operación mínimamente invasiva con apertura mínima de la articulación) el cirujano puede alisar el cartílago desgastado de la articulación. En ocasiones tiene sentido llevar a cabo este procedimiento en la fase temprana, ya que mejora la movilidad de la articulación. Si está presente una omartrosis avanzada, es posible sustituir la articulación del hombro mediante una articulación artificial (endoprótesis). Este debe ser el último remedio a seleccionar para aliviar los fuertes dolores crónicos de la artrosis del hombro.
¿Cómo ayudan los vendajes en la omartrosis?
Con ayuda de los vendajes se puede estabilizar y reducir la carga sobre la articulación del hombro. El vendaje activo OmoTrain es un medio probado contra las molestias en el hombro debidas a la omartrosis.
Con ayuda de un sistema de correas especial y del tejido, la cabeza del húmero se tracciona hacia una posición centrada en la articulación del hombro, y se reduce la carga sobre ella. De esta manera se realiza mejor cada movimiento y se contrarrestan los movimientos erróneos dañinos. Adicionalmente puede utilizarse una almohadilla especial de funcionamiento (almohadilla delta), y posicionarse según se requiera. Al realizar el movimiento, la almohadilla de funcionamiento, junto con el tejido del vendaje, masajea el hombro, estimulando así la circulación. Esto puede aliviar los dolores, aflojar las tensiones, y fomenta la movilidad. Al mismo tiempo, mediante la estimulación se activa la musculatura. Dado que la articulación del hombro está asegurada sobre todo por músculos, esto produce una estabilización adicional, la cual a su vez puede reducir los dolores y mejorar la movilidad.
